Siempre que tengo que hacer algo "moralmente correcto"(como es visitar a quien amo si es que se encuentra mal de salud), inconscientemente me retraso. No sé si lo hago a propósito, pero me he dado cuenta que siempre me pasa, si tengo que viajar, si tengo que ir a ver una casa nueva, si tengo que hacer cualquier compromiso...es como que trato de no llegar a mi destino, lamentablemente ignoro por que me pasa esto.
Así fue como salí a las 20.00 hrs. de mi pega, una hora y media mas tarde. Caminé hasta el metro, lentamente, pensando en como tendría la carita mi Lucas.
Obviamente, se me salían los suspiros, y el frío me dio mas frío, el metro parecía de 30 cm. y el nerviosismo aumentaba.
¿Me podrá sonreír?-me preguntaba- y esa sensación de agua congelada bajando de mi nuca y que se apoza debajo del corazon y en la boca del estómago, se iba acentuando.
Llegué a casa, me quité los audífonos y toqué la puerta.
Cuando abrieron la puerta, mis ojos inmediatamente lo buscaron. Ahí estaba, jugando con el celular.
"Babu!" - y sus ojos me sonreían más que todas las estrellas del firmamento.
"Hola mi amor..." -y mis ojos agradecían con contenidas lágrimas el que no fuese peor
"¿Trajiste a tu chanchito?"
"No mi amor, vengo del trabajo, no de mi casa, pero el fin de semana lo traigo, ¿bueno?"
"Ya..."
Y es que para él yo tengo aparte de un Gato Oliver, un chanchito rosado, un caballo, una vaca y una Sirena (bueno, al menos de 5 tengo a 2 :D). De hecho lo que más le interesa conocer es a Sirena, dijo que la llevara en su pecera.
¿Mejoría? Sí, el está mejorando lentamente. En cuanto a mi, estoy mejorando mi intranquilidad, después de todo, lo puedo acariciar cada vez que lo tenga cerca.