Holiiii
[este es el saludo pelolais que no me enseñó flickr.com]
Es un hecho comprobado empíricamente por muchos de vosotros, que quien les escribe es un ataito de mañas, ¿cierto?, muy cierto.
Algo que me ha hecho meditar mucho en estas semanas, es el estar feliz de ser así. Que la gente que está a mi lado, rara vez aumenta; mis desilusiones en cambio, son considerablemente mayores que los encantos, y claro, al conocer a alguien super genial, agarro las riendas de mi a veces gracias desbocado corazón, para que no sea el quien me lleve, sino manejarlo y agudizar bien estos félidos sentidos que poseo.
Quizás me convierta en una vieja anacoreta en un par de años más, de esas que si cae la pelota al patio no la devuelve, de esas que hablan con su gato de nombre "Satanás" (jajajaja, falso que me imaginaron de vestido celeste, atras de Ron Damón, JAJAJA), de esas viejas de mierda que no son capaces de decir que les encanta ver el atardecer naranjo, mientras se mecen en su chillona sillita. Siento que esto me está dando mucha risa.
Quizás suceda todo lo contrario, ¿quién sabe?!, yo no estoy dando pautas de mi futuro ni de lo que espero, simplemente mezclo palabras, para no hacer tan aburrido su paseo por mi blog. Esto es como andar en un auto muy lento en una larga carretera. Bip-biiip!.
Hablando de mañas, el sábado en la noche pasó algo mañoso y muy chistoso. Salimos de mi depa a eso de las 00.30, temprano para nuestra costumbre, yo queria ir a conocer el Casbar de Irarrazaval, y para allá fuimos.
Cuando ibamos tranquilamente caminando (por la vereda, tal como se acostumbra entre los humanos), un grupo de bobos, con actitud de "soy el macho alfa, que dice cosas y todos se tienen que reir y admirarme", avanzaba en un city car, al mismo tiempo que nosotras, y como es de esperarse, gritando cosas a quienes tan regias vestíamos. Pobres huevones.
La verdad es que yo no entendí lo que gritaban (seguramente iban bebidos o drogados), pero ya me molestaba sobremanera, que avanzaran al lado nuestro. ¡Aleluyah!, que justo en un arbolito, a unos chinos muy cochinos se les oculió amontonal basulita. Y encima del montón, había una bañera, de estas pa' bañar a los bebitos, esas plásticas marca Wenco, jajaja. Sin reprimirme, fui hasta ese lugar, sin sacar mis manos de los bolsillos, empujé la bañera a la calle...de una patada, lo mas cerca posible del auto que llevaba al ganado de imbéciles. El conductor paró en seco, y al ser mi turno de hablar, dije las palabras precisas:
[este es el saludo pelolais que no me enseñó flickr.com]
Es un hecho comprobado empíricamente por muchos de vosotros, que quien les escribe es un ataito de mañas, ¿cierto?, muy cierto.
Algo que me ha hecho meditar mucho en estas semanas, es el estar feliz de ser así. Que la gente que está a mi lado, rara vez aumenta; mis desilusiones en cambio, son considerablemente mayores que los encantos, y claro, al conocer a alguien super genial, agarro las riendas de mi a veces gracias desbocado corazón, para que no sea el quien me lleve, sino manejarlo y agudizar bien estos félidos sentidos que poseo.
Quizás me convierta en una vieja anacoreta en un par de años más, de esas que si cae la pelota al patio no la devuelve, de esas que hablan con su gato de nombre "Satanás" (jajajaja, falso que me imaginaron de vestido celeste, atras de Ron Damón, JAJAJA), de esas viejas de mierda que no son capaces de decir que les encanta ver el atardecer naranjo, mientras se mecen en su chillona sillita. Siento que esto me está dando mucha risa.
Quizás suceda todo lo contrario, ¿quién sabe?!, yo no estoy dando pautas de mi futuro ni de lo que espero, simplemente mezclo palabras, para no hacer tan aburrido su paseo por mi blog. Esto es como andar en un auto muy lento en una larga carretera. Bip-biiip!.
Hablando de mañas, el sábado en la noche pasó algo mañoso y muy chistoso. Salimos de mi depa a eso de las 00.30, temprano para nuestra costumbre, yo queria ir a conocer el Casbar de Irarrazaval, y para allá fuimos.
Cuando ibamos tranquilamente caminando (por la vereda, tal como se acostumbra entre los humanos), un grupo de bobos, con actitud de "soy el macho alfa, que dice cosas y todos se tienen que reir y admirarme", avanzaba en un city car, al mismo tiempo que nosotras, y como es de esperarse, gritando cosas a quienes tan regias vestíamos. Pobres huevones.
La verdad es que yo no entendí lo que gritaban (seguramente iban bebidos o drogados), pero ya me molestaba sobremanera, que avanzaran al lado nuestro. ¡Aleluyah!, que justo en un arbolito, a unos chinos muy cochinos se les oculió amontonal basulita. Y encima del montón, había una bañera, de estas pa' bañar a los bebitos, esas plásticas marca Wenco, jajaja. Sin reprimirme, fui hasta ese lugar, sin sacar mis manos de los bolsillos, empujé la bañera a la calle...de una patada, lo mas cerca posible del auto que llevaba al ganado de imbéciles. El conductor paró en seco, y al ser mi turno de hablar, dije las palabras precisas:
...................................- Anda a bañarte, culiao!
Fina y elegante.
Obviamente las risas no se esperaron, ni de nosotras, ni del el resto de fellas que vieron humillar al que era el más osado. Sin más que hacer, decir o escuchar, entramos al bar tranquilamente, y ellos se alejaron rumbo al poniente.
Un mojito no se hizo esperar, mientras mis colegas hacían salud, con un par de cervezas.
Nota 1 del editor: Vaya, aceleramos en la carretera al parecer, ah?
Tengo lo que me basta. Estan los precisos. Y eso es todo lo que tengo que decir al respecto.
Nota explicativa del editor: No mencioné identidades del suceso, por motivos secretos, muy secretos que ud. no puede saber. Que pena que se queden con la duda, jojojo
Nota explicativa del editor: No mencioné identidades del suceso, por motivos secretos, muy secretos que ud. no puede saber. Que pena que se queden con la duda, jojojo