Hay mujeres que me sorprenden y mujeres que son una Caja de Pandora. Hoy estuve con una de las del segundo tipo, por las calles de Santiago.
Ella, es una mujer a la que le desconozco su edad, pero se nota a leguas que su espíritu es centenario. Es sin duda mayor que yo, madre de una de las almas más amadas de mi arbol y residente fuera de Chile, por allá en el viejo continente. Amable, tierna, chispeante y según sus propias palabras "con una mente a otro nivel de madurez, al fín". Ella acepta el hecho de que personas del mismo sexo se amen y que deseen formar familia. Así es, la mami que muchas queremos.
Luego de muchos trámites que hacer, me contó que para variar por medio de Facebook había ubicado a una amiga del colegio, a quién no veía hace 25 años aprox., y quería verla, entonces, la llamamos y fuimos a verla (yo como GPS guiando los pasos de ella), cuando llegamos a la esquina, ella ansiosa miraba para saber por donde venía, hasta que la vio y sonrientes ambas, se abrazaron infinito. La amiga en cuestión nos invitó un café, como quedaba de camino hacia donde tenia que ir a dejar unos documentos, les dije que se adelantaran y que las llamaba.
Fui.
Llamé.
*llamando*
- ¿Dónde estan? - dije, entrando por calle Matías Cousiño
- Aquí hija en un café...atienden niñas que estan de celeste y negro - dijo con su parsimonía típica -, déjame ver el nombre..."Café Cousiño"
Celeste y negro...una chica de Savory con chaleco pa' capear el frío, pensé. Voy llegando.
Motos afuera
Paredes de espejos
Taburetes
PIERNAS
*se me cae un ojo*
Y ellas, muy campantes, tomándose un cortado, y yo, disimulando mi cortadéz, agarro el taburete y espero.
Una rubia con un microminiinfimisimo vestido celeste que se le veía hasta la sombra y un poco más, se acercó para tomar mi pedido, entonces mi ceja y yo dijimos "otro cortado, porfa", ella preguntó si lo quería con azucar y mi madamme inside respondió: "sí linda, gracias". Al traer el café, ella volvió con un "aquí tiene mi niña".
¿Ellas? blablablabla... ¿Yo? "alabado sea el tiempo de los bancos", la amiga tenía que volver a su trabajo y yo podría de esa manera, mirar a otro lado aparte de la vista al frente (cual yegua de carrera), fija en la espuma del cortado.
Malditos espejos. Jajajaajajajaa
Al salir, el comentario de ellas fue: "Con esos vestidos, los hombres nica vienen por puro café".
Cosas que pasan solo en Lincelandia.
Adelante estudios.
NDE: Bendito Narciso, honrada sea tu muerte en el pozo, hoy tan solo te hubieras pegado un cabezazo en alguna vitrina!