101.- Between the lines

03:09 hrs. El reloj sigue avanzando y yo sigo mirando la página en blanco en la que siento que quiero escribir hasta morir.

El weón de mi gato no ha dejao de dormir en todo el rato que yo he estado despierta hasta ahora, se estira, se pasa la lengua por alguna de sus manos y retoma su envidiable postura de placer somnífero. Sí, le envidio.

Al igual que el 99,9% de la población mundial, quiero vacaciones, quiero playa, quiero dormir un buen rato sin pensar en que tengo que levantarme siquiera a prepararme comida. ¿Agotada?, no, es simple: estoy aburrida y quizás deprimida. Algo que tampoco debería de ser extraño en alguien como yo, de un tiempo a esta parte todo se me está volviendo una rutina de la que un Lince como Una debe salir corriendo.

Joder. Fumaría denuevo. Pero no (mejor no hablar de ciertas cosas).
Mujer y hormonal (shit!). El mal genio me está consumiendo, creo que lo mejor será que mañana me lleve a Drexler en los oidos para que calme a esta bestia, que a veces, ehm, varias veces, suelo ser.

No escribí hasta morir, pero la hora me hace sentir culpable de mis ojeras

Nota del editor: Hasta que te pegaste el alcachofazo k9
Nota 2 del editor: D.M. is relacionado a esta entrada por el numero. Pa'l que entienda, o sea, Ud., sí, a tí te estoy diciendo.