100.- Up the tree

¿Hola?, ¿se lee bien desde allá al fondo?. Perfecto.

Antes de comenzar a venderles elásticos a un millón de pesos, debo confesar un par de cosas:

- Tenía el blog dejado un poco dejado y no por causas de fuerza mayor, sino por mi propia voluntad.
- Estaba nerviosa al saber que tenía que enfrentarme a la entrada número 100 (algo que quizás sea importante solo para mí, quizás usted que lee esto, ni siquiera se daba cuenta que enumeraba las entradas).

Así que aquí vamos, tratando descaradamente de dejar algun impacto impactante en sus mentes.

Para mi, 100 es:
Un helado de agua, que por más que haya subido a 150 pesos, y que la calidad haya bajado considerablemente (a esto en matemática aplicada se le llama "inversamente proporcional"). Siempre será el helado feliz cuando vas cagá de calor.
El Chocman infaltable de mis caminatas, el ingrediente perfecto para disfrutar más mi andar.
Un paseo en una micro amarilla.
El pago por una lustrada de zapatos a mi tío cuando yo era un piriwín.
Matucana.
%.

Y hoy por hoy, significa la continuidad de este, mi aburrido blog, que tanta pelá de cable me ha aguantado, y que siendo super sicera, me sorprende la cantidad de visitas que tiene (desde ya: gracias por el support).

La mayoría de mis entradas -por no decir todas- son sumamente subjetivas, son la mirada del Lince que soy, el que no se baja de la cima ni de las repisas de la casa, el que mete bulla en los tejados de vidrio, este felino de cola corta que más de una vez ha perdido el equilibrio, el que ha tenido su Dalila que le rascó las orejas puntudas, lo agarró de los cachetes de su cara y le cortó sus bigotes, haciéndole tambalear y quedar tendido.

No hablaré de la típica -y huevona- entrada de comienzo de año, ni de la muerte del pasado, ud., ya habrá de saber que siempre trato de no caer en lo común (a veces me resulta, a veces caigo en lo más feo), no haré resúmenes de mis virtudes, de mis buenos momentos, ni de mis errores ni malos momentos. El que sabe...sabe. Eso de las entradas que hablan de la catarsis personal, me resulta una gran...como decirlo...un gran desperdicio para mi despierta mente tan solo prestarle atención a las primeras 10 palabras, asi que: Next!.

Sin embargo, me asalta una tremenda duda. Para septiembre se habla del espiritu dieciochero. En Diciembre del espititu navideño, y también del espiritu de año nuevo...¿que chucha (disculpando la expresión), se vive para esta fecha?, ¿el espíritu del verano?, ¿de la playa?, ¿leva?... Ayer junto a mi Moztro vi la película "Twilight", la de los vimpories (vampiros) guapos, la que está aun en cartelera bajo el nombre de "Crepúsculo". A pesar de que en sí la temática es sumamente predecible y los efectos especiales no son el fuerte de la peli, me gustó, me gusto mucho, para variar me dejó pensando, meditando y procesando. Finalmente un vampiro enamorado, tiene un modus operandi sumamente general. Empujar, asumir, proteger. Una contradicción, tal cual es la de su "vida". Una muerte sin muerte.

Y he ahí donde se anhela lo más simple. Una vida larga y feliz.

¿Espíritu de cuervo para mi?, es posible. Muy posible. A lot.

El baile de graduación, shit on me.

Nota del aburrido editor: Con tanta cosa de vampiros y espíritus, vamos a tener que exorcizar este blog!

Y esa fue mi entrada numero 100. Ahora es cuando usted me felicita por mi gran ingenio.