88.- ¿Publicidad engañosa?

Los anuncios comerciales tienen frases que se nos pegan. Para la marca Wiskas, el spot dice:

"Los gatos son maravillosos"

Ya sabrán que tengo un gato.
Que se llama Oliver.
Que es una mierda de ser.
Que es precioso.

Bueno, este ser el día de hoy me dió nuevamente, una sorpresa.

Hoy pospuse la alarma hasta las 08:17 hrs., y como es costumbre, mi lindo gatito metía bulla desde temprano, jugando con alguna pelotita por aquí y por allá. Así es que dijeme "mejor me levanto", me levanté refregando mis ojos a elegir la ropa del día. Mochila con notebook lista, ropa lista, comida para mi gato lista, parecía todo Ok. Tomé un par de toallas y comencé el camino media dormida a la ducha.

Ya sabrán que soy piti (dicese de la persona que le cuesta ver)
Y que no me voy a poner lentes para ir a la ducha poh!

El asunto es que ahí estaba, el weoncillo de mi gato, jugando feliz de la vida, concentrado, con una bolsa de plástico negra.

Chucha, quizas que wea rompió -pensé, con mi vocabulario matutino-

Revisé los alrededores, y nada. Todo en orden. Fui a dar el gas para prender el calefont y tampoco, ni un rastro de algún desastre. La pieza de Piwi estaba cerrada, así es que tampoco era algo de ahí.

Que es jugoso este weón -dije en voz alta

Prendí la luz del baño y decido mirar nuevamente al mininò. Y casi me caí de espanto!

La bolsa negra, ¡era un pajarito!!

Y el jugaba y jugaba a morderlo, a pegarle, a tirarlo hacia arriba, y yo, con mis ojos saliéndose de la cuenca le decía:

OLIVER!, NO!

y el obviamente, no me pescaba, jajaja

Horrorizada (debo admitirlo), me metí a la ducha. Y mientras pensaba que por más mamón que se vea mi gato, sus instintos son los de cuelquier gato cazador. Después pensé en que lejos de ser "she", ahora es un gran macho. Luego de pensar estas dos cosas, me puse a reflexionar en como mierda me haría cargo del occiso pajarito. Y fue complicado.

Nota del editor: He de mencionar que cuando me di cuenta que era un pájaro y no una bolsa, el animalito aun respiraba.

Cuando envolvía mi melena en la toalla, dije para mí: "no tengo que interrumpir en la naturaleza, por más molesto que me sea". Así es que rogue que matara al pajaro, antes de sacarlo de la casa. Bueno, para mi suerte fue así, una vez que me vestí y estaba lista para salir, tomé una bolsa y agarré al pajarito ya muerto. lo eche en otra bolsa y luego en otra. Y me lo llevé, ante la mirada interrogatoria del bigotudo asesino que vive en mi casa.

Gato de mierda. Le amo.

*Y son estas cosas los que los hacen tán maravillosos.