Esto que ud leerá a continuación:

No es un libro de cuentos, pero tampoco es algo serio. No es un enlace de actualidad, no quiere analizar el mundo ni arreglarlo. Solo es el reflejo del tiempo libre (ocio) que tiene esta persona que escribe y que es a la vez el editor y diseñador. Si le gusta la apariencia de "esto" y quizas le gustaría intervenir en lo "vuestro", ya sabe donde dejar el mensaje, despues del bip.

Nota del editor: eso de "esto" interviniendo en lo "vuestro" puede ser muy sugerente...para algunos.
Nota del escritor al editor: Tu mente, tu mente!

Ahora, Ud., nada más tiene que leer

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CXLII - Witness (part 3)

octubre 30, 2009

En mayo 9 de 1995, cuando tenía 15 años, tuve mi primera operación. Fue en el hospital clínico de la UC, el doc a cargo de mi contención emocional se llamaba Claudio, cuando me puse a llorar de miedo, me acarició la frente, sonrió con su hermosos dientes y me dijo:

- Te pondremos algo para que te calmes, ¿ok?...no te dolerá, por que ya tienes las vías puestas, así que las pondremos de ahí mismo.

Pasaron unos 3 minutos y volvió frente a mí y siguió hablándome dulcemente:

- Ya estas lista, quiero que cuentes de 10 a 1, y vayas cerrando los ojos...

Y el mundo giró, mientras mi cerebro aferrado a la conciencia, lo detenía...pero la droga claramente hizo su efecto, y cuando pasaba, me aplicaban más.


8 Horas, de taquicardias provocadas, para saber donde quemar, 8 horas que mi madre esperó sola afuera del pabellón, 8 horas en las que el gringo a cargo se agarraba la cabeza y decia que no podía creer cómo seguía viva.

No quedé 100% bien, nuevamente medicamentos y una nueva programación para diciembre 04, para que nuevamente los gringos me tomaran entre sus bisturís. Esta vez la operación duró 12 largas horas, en las que yo ya sabía a lo que me enfrentaría, por lo que iba con más miedo aun. Mamá nuevamente me esperó fuera, inamovible, hasta verme salir con miles de mangueras y tubos, hecha un trapito, y finalmente, sana.

Desde ese tiempo, han pasado 14 años, entre los cuales he carreteado en extremo, me he apartado del mundo, he vuelto, he muerto emocionalmente, revivido y no dejarme morir. He visto como crecen mis 4 hermanos, he visto que a veces se enferman y yo me desespero. Yo, sobreviviente, entiendo el porqué de cada restricción de mi madre, sin duda yo, sería peor.

Es por esto, finalmente...que me enorgullecen mis 30. Le gané a la muerte, y nunca dejé de sonreír. Y espero no dejar de hacerlo.

Fin_

5 corrieron una teja en mi tejado:

Daus dijo...

Aun me sorprendo cada vez que te escucho o en este caso leer esta historia.-

Esa valentia de ser sobreviviente.

te quierooooooo mucho

Nato dijo...

ay, odio tanto los hospitales, las operaciones todo eso jiji, por lo menos tienes recuerdos magicos jiji, del doctor buena onda XD eso es algo positivo, pensando en tu edad y todo eso. Y lo mejor q no te qedaron cicatrices yo me miro mi tajito y odio al doc q me hizo eso AJAJJAJAJAJA tajito de la buatita *caxai XD Te amito y le cuidaremos igual su corazoncito pa q no se le aprete mire q los gatos tenemos el corazon asi bien explosivo XD jaja

Te amito ^^

... || Ka || ... dijo...

realmente, me gstaron tus tres entradas.. simplemente por q eran parte de tu historia...
... y mas aun, lei encantada, por q NO TENIA IDEA;.. no cachaba..
al final , uno nunca deja de sorprendrse..

un abrazo...
y somos dos, parece, q recibmos un nuevo año, satisfechas...

este año, no como algunos, tengo todas las ganas de celebrar

La Maga dijo...

Leí atentamente tu historia I, II y III. Sí, eres una sobreviviente. Yo también. Tenemos que hacer algo grande con la Vida y tal vez escribir, sea parte de ello.

((Recibe un abrazo))

Leyla Olguín dijo...

Te felicito.