116.- Maravilloso al fin y al cabo

God evening infidels.

Como personas que leen ente blog desde hace ya un tiempo, deben de saber que tengo un gato, muy bello, y especialmente jodido. Su nombre: Oliver. Sus apodos: Tito, Michinu, Weoncito, El Weón, Noballs, Malaquias, etc.

En este més que exactamente llevamos viviendo acá en el 4º piso de un edificio del centro de Santiago, el pobre no ha tocado mas exterior que el espacio que tiene en el balcón, algo que hizo que me cuestionara si acaso merecía este encierro, si acaso lo soportaría, si acaso -incluso- era mejor dejarlo libre, con su dote cazadora y la independencia que todo gato lleva de abrigo.

Corté por lo egoísta, debo asumirlo, y aquí está hoy, jugando con mis pies, los que muevo debajo del plumón de mi cama y el los caza, saltando como zorro en la nieve y agarrándolos como puede através de la tela.

Está gordo, suave, y el pelaje de sus patitas, que era de un gris claro, ES BLANCO, SEÑORES!! (jajajaja). ¡Miren!, como si supiera que les cuento de el, detuvo su juego y me mira con cara de divo. Seguro que veo su mejor perfil.

Me he visto en la obligación de hacerle juguetes, de tener paciencia feliz de ver como desordena la alfombra que está en mi pieza, de educarlo en cuanto a los espacios a los que no debe llegar, etc.. Fuera de eso, lo miro sonriente, y casi con un sentimiento de triunfo. No es menor el haber logrado que no se tire del 4º piso, ¿no?.

Tenga en mente la gloriosa oración "toda mascota se parece a su dueño", ¿la tiene?, pues bien, aunque usted no lo crea, esto atañe a lo que les quiero finalmente contar acerca de mi gato, ya que Oliver es al parecer víctima de un leve trastorno obsesivo-compulsivo. El famoso TOC.

No se ría. Para mi no es fácil, imagino como debe ser para el!.

El detalle mas encantador (por que finalmente es encantador), es que como todo buen gato educado y digno, va a su cajita de arena, y deja todo fuera de vista. Aquí no ha pasado nada, se convence.

Siempre tratando de ser el más misterioso del ocupa, entra a mi pieza, camina (seductoramente siempre, no lo olviden), y empuja lentamente la puerta del baño...si usted tiene el honor de venir a mi hogar, se dará cuenta que mi gato, se mete a la tina y se lava las patitas.

Nota del editor: Ahora usted puede proceder a gritar de ternura.

¿Saben que es lo más de lo más encantador?. Si Meme o yo, no dejamos puesto el tapón con un poco de agua en la tina, al llegar, el arma escándalo!. En su idioma gatuno (bastante audible, por cierto), va y me señala la puerta, la empieza a rasguñar, me maulla, hasta que allá voy y le digo "puta que es mala onda la Meme, la vamos a retar", junto un poco de agua y el se mete.

De aquí veo sus almohaditas de un pálido color rosado. Y ese lunar de nacimiento en una de sus manitos.

Nota 2 del editor: Típico de fletas, enamorarse de su felino.

Y mis noches sin el, definitivamente serían frias. Aun en verano. El me entibia la mirada y finalmente mi alma.